México un país donde reside el Son
febrero 21, 2020
México. Notimex. Luis Ángel Silva “Melón” decía que para componer un son se necesitaba una imprenta, compartió Carlos Velázquez, vocalista de Los lobos de Melón, herederos de la sonora mexicana con reconocimiento internacional Lobo y Melón, agrupación que durante la década de los sesenta fue un símbolo de dicho ritmo musical.
“Hacía referencia a esto por todo el vocabulario que utilizaba, los muchos recursos lingüísticos para hacer sus décimas, para improvisar en esa cuestión diversa en estilos y culturas como es el son; necesitaba investigar en muchos libros, en muchas bibliotecas, reflexionar sobre las personas, su manera de vivir, de pensar”, destaca la voz de la nueva sonora Los lobos de Melón.
Para Velázquez ese proceso de calidad y educación constante lo siguieron las grandes sonoras del mundo, ahora clásicas como La Sonora Matancera, La Orquesta Gigante de Benny Moré y Arsenio Rodríguez… soneras de origen cubano que ahora ya son referentes de este tipo de música a nivel mundial y agrega:
“Gracias a la influencia de estos pilares de tierras santiagueras, en México destacaron sonoras como la ya mencionada Lobo y Melón, pero también los Riviere, La orquesta de Pepe Arévalo, La Sonora Santanera, y La sonora Dinamita, que luego tuvieron proyección internacional”.
Velázquez comenta que a pesar de demeritar al son como “música popular”, “de barrio” es necesario recordar que este tipo de música es un referente para entender el pensamiento, las costumbres y las tradiciones de la vida cotidiana de muchos pueblos latinoamericanos, incluyendo nuestro país y cerró expresando:
“Cuando digo ‘pueblo’, me refiero a toda la sociedad, a sus regiones; hay canciones que lo dicen bien: ‘el son lo baila el rico, lo baila el pobre’. Si escuchamos bien, si ponemos un poquito de atención, en la Ciudad de México todos los días por todos lados escuchamos Son; nos subimos al Metrobús y ya está La Sonora Matancera; nos bajamos en el Metro y el señor de los puestos