Misas y confesiones podrían cancelarse

marzo 22, 2020

Yhadira Paredes/Xalapa. “El miedo no anda en burro” reconoció el arzobispo de la Arquidiócesis de Xalapa, Hipólito Reyes Larios quien reconoció menor afluencia de fieles a la misa de catedral por la pandemia del Coronavirus (COVID-19). 

En su homilía de este domingo, también dio a conocer el comunicado del Decanato, donde ponen de manifiesto su preocupación por la pandemia, por lo que se suspenden las reuniones de grupo, mientras que las misas y confesiones se podrían cancelar, en cuanto se agrave la situación.

“Creemos que las personas necesitan salud de alma y cuerpo, la salud del cuerpo se las otorga principalmente la medicina, los enfermeros, los médicos, también los hospitales y los familiares, también ahí colabora la Iglesia y la salud del alma nos toca a los psicólogos y principalmente a nosotros que damos la fe, en la religión, eso tenemos que cuidarlo y atenderlos”. 

Si bien, reconoció que no han sido tajantes con las celebraciones eucarísticas, a partir de este lunes el Gobierno del Estado indica que empieza la segunda fase de la pandemia, por lo que es necesario el sano distanciamiento, que no se salga más que para lo indispensable. 

“Les pediría que hay que activar mucha la vida espiritual en las casas, en los hogares, en la familia, todos tienen un altarsito y los más piadosos un oratorio”.  

Recordó que en 1923 a 1926 hubo cierre de templos por la persecución religiosa y en Veracruz fue hasta 1937, por lo que no es tan atípico, pues cuando es necesario se tiene que recurrir en la oración en casa. 

“Ya esta semana todas las diócesis del mundo, país y de aquí, no se van a cerrar los templos pero  no vamos a convocar tanto a las gentes, nos piden que no hagamos eventos masivos y cierta distancia entre personas y personas, porque este COVID-19 se propaga por el contacto”, dijo. 

Finalmente, pidió cuidar más a las personas de la tercera edad, a los niños, aunque también se han dado casos de fallecimientos de jóvenes, además de que el sistema de salud pública no tiene tantos recursos para atender muchas personas que se enfermen de los mismo. 

“Tenemos que ser muy prudentes, estar más en casa, convivir con la familia, aprovechar los medios y tiempos especiales para la oración, el retiro, la lectura y programas que valgan la pena, no dejar ver a los niños todo.”