MLB podría inspirarse en Wrestlemania para jugar a puerta cerrada
EU/Récord. El 2 de mayo de 1908, Jack Norworth y Albert von Tilzer presentaron ‘Take me out to the ball game (Llévame al juego de pelota)’, una canción que se volvió un himno en los parques de beisbol. Millones de aficionados la han entonado cada temporada en la MLB, pero 112 años después, la pandemia de coronavirus hará que al menos este año no sea la tercera melodía más entonada en Estados Unidos.
El 26 de marzo pasado estaba marcado en el calendario como la fecha más esperada por los fanáticos al beisbol. El Opening Day prometía ser una fiesta a lo largo del territorio estadounidense, pero la emergencia sanitaria por el COVID-19 lo convirtió en un día plagado de incertidumbre, misma que se mantendrá hasta que todo vuelva a la normalidad.
Es así que Grandes Ligas estudia la posibilidad de iniciar la temporada en plena pandemia pero a puerta cerrada y en una sola sede, misma que se debate entre Arizona, Florida y California, siendo las primeras dos las opciones más viables al ser el centro del Spring Training y contar con la infraestructura necesaria y los estadios suficientes para poder albergarla.
“Hacer eso y con estadios vacíos no es buena idea”, considera José Segarra, colaborador de RÉCORD y especialista en beisbol. “En una sola sede, en parquecitos de 7 mil espectadores y sin gente, francamente no me gustaría”.
De acuerdo con The Athletic, MLB y el Sindicato de Jugadores discutieron esa posibilidad por primera vez el 6 de abril y desde entonces, ambas partes se informan con expertos médicos sobre la viabilidad de que todos los jugadores, entrenadores y personal se hicieran constantemente la prueba de COVID-19 y permanecer en cuarentena en los hoteles cuando no tengan partidos.
“Igual para que regresen a jugar con público va a tardar demasiado, no se compensa (jugar a puerta cerrada) pero ayudará en algo a ellos y a la sociedad”, piensa Joshúa Maya, también colaborador de RÉCORD.
Wrestlemania 36, evento estelar de la WWE, se celebró a puerta cerrada y se convirtió en el evento con más engagement en la historia de la lucha libre con un total de 13.8 millones de interacciones totales en redes sociales con un 57% más que su edición anterior. Un ejemplo que podría marcar el rumbo de MLB con el fin de rescatar lo máximo posible de un año en el que, contrario a lo que dice la letra de ‘Take me out to the ball game’, no será posible estar entre la multitud.