Negocios nocturnos LGBTTTIQ+ de la Zona Rosa cambian a restaurantes
Redacción/Xalapa. La famosa Zona Rosa de la Ciudad de México está pasando por la transición de bares y antros, a restaurantes y cafés para soportar la crisis actual.
Gracias a la pandemia de Covid-19 un gran parte de establecimientos se han mantenido cerrados casi por 6 meses mientras esperan «luz verde» de parte de las autoridades, los trabajos «no esenciales» son parte de este sector, en donde radican los antros, discotecas y bares.
Por esta razón conocidos establecimientos como Cabaré-Tito se reinventó a Restauran-Tito, El Marra ahora es una lonchería con drag-queens como camareras, Rico Club cambió a Rico Restaurante, y los negocios se seguirán «vistiendo» hasta que puedan volver a su normalidad.
La Asociación Nacional de la Industria de Discotecas, Bares y Centros de Espectáculos (Anidice) ha reportado la quiebra del 15% de este tipo de establecimientos en todo el país.
Convirtiéndose en negocios de alimento pueden abrir sus puertas y recuperar un poco de recursos para sobrellevar la situación.
Algunos de los dueños de los nuevos locales reiteran la importancia de que estos establecimientos, especiales para la comunidad LGBTTTQ+, sigan existiendo.
“Sí hay restaurantes, hay miles de restaurantes en todo el país, en toda la ciudad, pero restaurantes para la comunidad LGBT no hay, entonces yo creo que nuestros clientes de Cabaré-Tito, que nos son fieles, estaban esperando esta apertura en esta modalidad porque es un lugar donde se sienten protegidos», explica Arian Esteves, gerente de Restauran-Tito.
A pesar de las marchas de concientización que se celebran cada año y el flujo accesible de información actualizada para esta clase de temas, sigue existiendo mucha homofóbia en el país.
Hasta hace poco en la CDMX se prohibieron las «terapias de converción», después de tanto tiempo de marchas y diálogos con las autoridades.
«No nos vamos a quedar así después de que pase toda esta tormenta del COVID, regresaremos a ser lo que éramos antes, como antro, que la gente se venga a divertir, a bailar, a cantar y a llorar, es lo que la gente extraña, pero ahorita es restaurante».