Ni gobierno ni Congreso de México pueden intervenir en Venezuela: Batres

enero 24, 2019

México/Notimex. El senador Martí Batres sostuvo que ni el gobierno ni el Poder Legislativo de México están autorizados para tener injerencia en asuntos de otros países, y consideró que primero debe ocuparse de resolver sus propios problemas.

Entrevistado luego de la conferencia magistral que dictó Raffaele Cantone, titular de la Autoridad Anticorrupción de Italia, dijo que los mexicanos deben atender sus propios problemas antes de tratar de resolver los de otros países, “porque no queremos que nos vengan a decir cómo resolver nuestros conflictos”.

Además, advirtió que la Constitución no autoriza al gobierno mexicano ni a los órganos legislativos a tener injerencia en asuntos de otros países, en este caso Venezuela.

Aclaró que eso no significa tener una política exterior pasiva, si bien debe apegarse a los principios de no intervención y libre autodeterminación de los pueblos.

Batres Guadarrama opinó que es posible buscar una solución pacífica a los conflictos y coadyuvar al diálogo entre las partes ejerciendo los buenos oficios de mediación, cuando existen las condiciones propicias.

En el caso particular de Venezuela, el presidente del Senado pidió apoyar la labor de la cancillería mexicana. “La postura de la cancillería ha sido muy sabia, certera respecto a estos temas. No es simple, tiene su complejidad y es importante que la labor de la cancillería tenga el respaldo de otros órganos del Estado”, destacó.

Si bien México quiere tener buenas relaciones con todos los pueblos del mundo, es necesario reconocer que cada país tiene soberanía para determinar sus posturas; «respetamos las posiciones de los demás, pero México tiene derecho a contar con su propio punto de vista», agregó.

Estas posturas deben apoyarse en las propias normas de México, en este caso la Constitución, que establece los principios de política exterior. “Lo que puede lograr México es buscar siempre las soluciones pacíficas, que es parte de los principios constitucionales”, si bien se deben medir bien las posibilidades en cada caso.

Con todo, «debemos preocuparnos antes de nuestros propios problemas, como la corrupción, violencia, inseguridad, pobreza y desigualdad, entre otros. En la medida que lo hagamos, también ayudaremos a la humanidad a resolver el conjunto de problemáticas”.