No buscaré venganza, señala Nemi Dib tras su liberación

Se demostró que fui injustamente acusado, con pruebas falsas, que fui incorrectamente vinculado a proceso.

marzo 12, 2019

Juan David Castilla, Xalapa. El extitular de la Secretaría de Salud, Juan Antonio Nemi Dib, dijo haber sido un preso político y aseguró que no buscará venganza contra el titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Jorge Winckler Ortiz.

El exfuncionario duartista ofreció una conferencia de prensa en un restaurante de la capital del estado, luego de una audiencia celebrada en las salas de juicios orales, con sede en el penal de Pacho Viejo, donde se le otorgó su libertad y se declaró su inocencia.

“Se demostró que fui injustamente acusado, con pruebas falsas, que fui incorrectamente vinculado a proceso, fui privado 15 meses de la libertad por delitos que no ameritaba prisión y que finalmente las motivaciones que me llevaron a la cárcel eran de carácter político y no la búsqueda de justicia”.

Nemi Dib indicó que fue amenazado de muerte y también sus familiares, que recibió fuertes golpizas al interior del reclusorio, que fue desprestigiado y que quedó endeudado.

Añadió que su salud ha mejorado con la atención de siete médicos distintos, quienes lo tienen bajo un régimen de cuidado muy estricto, y que decidió irrumpirlo, para celebrar su libertad con un café lechero.

El exsecretario de Salud negó que haya contemplado regresar a la función pública.

“Tengo que pagar lo que debo, tengo que pagar honorarios (a su abogado), tengo que pagar tarjetas de crédito, tengo que ver cómo recupero la escuela de mis hijos, que perdieron, tengo que conseguir un empleo que me permita mantener a mi esposa, mantener a mi familia y quiero alzar la voz por los presos que son inocentes”.

En ese sentido, consideró que debe realizarse una revisión exhaustiva del sistema penal en México, pues ha resultado deficiente.

A su juicio, el 30 por ciento de la población del penal de Pacho Viejo, localizado en el municipio de Coatepec, es inocente.

Agregó que México tiene un juez por cada 100 mil habitantes. Mientras que el promedio mínimo nacional, hasta en países como Africa, es de tres jueves por cada 100 mil habitantes.