Nuevo régimen fiscal afectará al campo

octubre 27, 2021

Isabel Ortega/Xalapa.- La aprobación de la miscelánea fiscal tendrá un impacto en el sector rural, pues se tendrán que incorporar a un nuevo régimen simplificado de confianza y se reduce de 2 millones a 300 mil pesos el monto para la exención de pago de impuestos.

Al reducir las aportaciones deducibles de impuestos, se impacta el régimen fiscal para los productores agrícolas, ganaderos, pesqueros y silvícolas en el que se dispensaba la declaración del ISR a los productores agropecuarios. Ahora deberán pagar hasta el 35 por ciento.

El monto máximo era dos millones 14 mil pesos, se partía de considerar la producción de alimentos como un sector estratégico sujeta de fomento fiscal; en la modificación a la ley de ingresos, el monto máximo de exención se reduce a 300 mil pesos al año y obliga a la inscripción al nuevo régimen simplificado de confianza.

Para el sector rural, para los productores en lo individual, para las organizaciones de productores, para las asociaciones civiles y un amplio número de figuras jurídicas en las que se integran los productores rurales y que se contemplan en la Ley Agraria, esta nueva ley de ingresos 2022 es profundamente regresiva en el ejercicio constitucional de libre asociación.

La reforma trata de desincentivar la organización de la sociedad civil rural y castigar fiscalmente a cualquier persona que se integre a cualquier organización, independientemente del fin que persigan. Deberán pagar hasta el 35 por ciento de ISR.

La Ley aprobada no distingue si un ciudadano se integra o constituye una sociedad con fines de lucro (SA de CV, SRL, SPRs, ARIC´s) o si meramente la utiliza para gestión de sus derechos básicos (salud, derechos de la mujer, sectoriales, cáncer, solidaridad social a enfermos), entre otros.

Sin embargo, en el caso de que el contribuyente sea integrante de alguna persona moral, el monto que tendrá que declarar será sobre el 35 por ciento del ISR e IVA.

Está claro que la intención no es sólo recaudatoria, ya de por sí grave en un sector con profundas carencias sociales, un gran estancamiento productivo y una juventud rural marcada por el abandono y la falta de perspectiva de desarrollo o mejoramiento del nivel de vida en el campo.

El nuevo régimen podría llevar al desmantelamiento de las organizaciones sociales, campesinas y de productores. Además de lo anterior, la reducción en la deducibilidad de donaciones del contribuyente, personas físicas o privadas, a las organizaciones sociales complementa el intento del presidente por ahogarlas financieramente y ambas iniciativas buscaran desarticularlas.