Pandemia permitió prolongar la venta de papalotes

noviembre 23, 2020

Isabel Ortega/Xalapa.- Fabricar papalotes es un negocio temporal para la familia de Jacob Emanuel, originario de la comunidad del Castillo en Veracruz. El encierro generado por la pandemia les permitió mantenerlo y mantener el ingreso que les genera su venta en calles de Xalapa.

El joven, que frecuentemente se ubica para su venta en Murillo Vidal, tiene 18 años y desde los 10 aprendió a hacer papalotes y palomas de papel china.

Su mamá, originaria de Coatzacoalcos, les enseñó cómo fabricarlos. Frecuentemente los cinco integrantes de la familia se reúnen para producir Papalotes que luego son trasladados a Xalapa para su comercialización.

“Mi mamá es de Coatzacoalcos, desde allá ella trajo esa tradición de hacer palomas, ella empezó solita y después le enseñó a mi papá y a nosotros, Yo tengo 18 años y aprendí desde los 10”, platicó Jacob, originario de la comunidad del Castillo.

Para la elaboración de un papalote o paloma se requieren dos elementos básicos, el carrizo y papel china, y aunque el proceso podría ser fácil se debe tener cuidado en su elaboración por lo frágil de la materia prima.

“El carrizo se debe orear y el papel se debe manejar con cuidado. La elaboración es rápida, hacemos de 30 a 50 piezas. Toda mi familia trabaja, somos seis”.

El joven se ubica en la avenida Murillo Vidal, cerca del circuito presidentes. Sus clientes ya lo ubican y en sólo tres horas logra vender hasta 30 piezas; los fines de semana son los mejores días. Tiene dos opciones de precio, 20 y 40 pesos, de acuerdo con el tamaño.

Su papá tiene otro punto de venta, ya sea en las Trancas o en las Animas, también logra comercializar sus papalotes.

“Esto no más lo hacemos en vacaciones, pero ahorita se extendió por la pandemia, seguimos vendiendo, como la gente no tiene otra cosa que hacer; una paloma la puede volar hasta en la azotea”.