Parménides García Saldaña, primer escritor del rock

febrero 8, 2024

  • El narrador, ensayista, poeta y crítico musical es recordado este 9 de febrero en el 80 aniversario de su natalicio
     
  • Los escritores Margo Glantz y Brian Price destacan que su obra le quitó solemnidad a la literatura mexicana y habla de lo que significa ser joven

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) recuerdan a Parménides García Saldaña (Veracruz, 9 de febrero de 1944- Ciudad de México, 19 de septiembre de 1982) a 80 años de su nacimiento, narrador, ensayista, poeta y crítico musical, quien formó parte de la literatura de la Onda y cuya obra Pasto verde (1968) fue la primera novela del rock en México.

La música, el lenguaje coloquial y juvenil, la contracultura, pero también la rebeldía, el humor y una sátira muy ácida a las “buenas costumbres”, es algo que distingue la obra de Parménides García Saldaña, autor que publicó entre los años sesenta y setenta del siglo pasado y cuya generación “le quitó solemnidad a la literatura mexicana”, recordó en breve entrevista la escritora Margo Glantz.

“Escribí sobre la Onda hace más de 50 años y no he vuelto a tocar el tema, pero fueron muy importantes. José Agustín, Gustavo Sainz, Parménides García Saldaña, esa generación de escritores cambió la forma de ver el mundo mexicano y su historia, tomaron en cuenta el lenguaje coloquial de los adolescentes, cosa que otros escritores no habían hecho”, dijo la también crítica, cuyos prólogos a las antologías Narrativa joven de México (1969) y Onda y escritura en México (1971) siguen siendo fundamentales para entender a esta generación.

“En La región más transparente (1958), de Carlos Fuentes, hay algunos elementos importantes de experimentación con el lenguaje coloquial de la ciudad, pero los de la Onda fueron quienes ingresaron una forma de relación con el mundo muy diferente a la tradicional en la literatura. Esto fue fundamental porque abrieron camino a nuevas generaciones de escritores que no se atrevían a publicar”.

Recordó que ellos “fueron esenciales para cambiar no solo una forma de lenguaje, sino una forma de ver el país menos solemne, menos épica que como se había trabajado previamente». Sobre García Saldaña, explicó que introdujo en la literatura temas que, entonces, eran mal vistos, como la marihuana: “Este tema vino de un movimiento muy particular, con nuevas formas de bailar y escuchar música. Quienes lo lean podrán encontrar nuevas maneras de resignificar lo que escribió”, y agregó que si bien “les molestó el nombre que les puse, se volvió la definición de una escritura”.

Pasto verde, primera novela del rock

“Parménides García Saldaña publicó la primera novela de rock en México y, según mis lecturas, en todos los idiomas, que es Pasto verde de 1968”, destacó en entrevista Brian Price, profesor de la Universidad Brigham Young de Estados Unidos, quien agregó, sin embargo, que hay un vacío en cuanto a estudios sobre el autor veracruzano, tanto en México como en Estados Unidos.

Para el especialista, quien estudia la relación literatura-música, García Saldaña pertenece a una genealogía de escritores mexicanos en cuyas obras no solo se puede percibir la cultura popular, sino también la música. “Esta generación de jóvenes que nace en los años cuarenta empieza a publicar en los años sesenta, a quienes llamamos la Onda, cambian radicalmente el panorama de la literatura mexicana al introducir música estadounidense o británica, cuya tradición viene del blues, el jazz y el rock, como un reconocimiento del impacto cultural que tienen en la cultura mexicana de ese momento”.

Recordó que José Agustín había publicado dos novelas, La tumba en 1964 y De perfil en 1976, pero ninguna de ellas es sobre el rock, aunque sus personajes hablan de ello. Pasto verde, desde el título, si bien se puede hacer una relación con la marihuana, es una referencia con la música, a la versión que sacó Angélica María en 1966, cuyo original Green Grass fue de Gary Lewis and The Playboys, y su protagonista busca refugio en la música para poder decir lo que no se puede decir. “Se nota la presencia del rock más que en cualquier otra novela de esa época, por ello podemos decir que es el primer novelista del rock”.

Parménides García Saldaña publicó libros donde aparece la música, como en los relatos reunidos en El rey criollo (1971), cuyo cuento titular tiene una magnifica reflexión sobre Elvis Presley y su importancia para los jóvenes de los años cincuenta. En 1975 publicó el primer libro de poesía musical rockanrolera que se llama Mediodía. Fue un acérrimo crítico de música y sus textos se publicaron en varias revistas, y también aparece En la ruta de la Onda (1972), donde hace una crítica marxista-socialista del entorno musical.

“Se ha tratado de pensar en la Onda como una generación o movimiento, siempre enfocándose en las primeras obras de Gustavo Sainz y José Agustín, con apenas unas menciones a Parménides”, expresó.

Después del Festival de Avándaro de 1971, el gobierno y las instituciones culturales hicieron lo posible por censurar la contracultura, pero Parménides permaneció en la línea dura y después de Mediodía casi no publicó. Posteriormente sale En algún lugar del rock, que se reedita como El callejón del blues, de forma póstuma.

“Es considerado un autor menor, pero si uno le presta atención a la novedad de su escritura frente al rock y sus conexiones con la escritura experimental, cercano a James Joyce y al modernismo, vemos a un autor que además de presentar un gran archivo de referencias, juega con la palabra, los idiomas y con la construcción de unos personajes que se enfrentan a las buenas costumbres. Me alegra que desde las instituciones recuerden a este autor, porque hay que celebrarlo y sacarlo del olvido. Es un escritor que sigue comunicándose con los lectores y habla de lo que significa ser joven, con toda la alegría posible, con los signos de identidad, referencias culturales y el lenguaje. Solo hay que pensarlo de una forma más analítica para reconocer su lugar dentro de la literatura mexicana”.

Finalmente, recomendó a los lectores Pasto verde: “Es una novela divertida, severa en cuanto a la crítica que hace a la hipocresía, escrita con gran fluidez. En seguida podría venir El rey criollo. Como Margo Glantz señaló en sus textos, fue una generación que dio carta de ciudadanía a los jóvenes por primera vez”.