Pfizer renueva su apuesta por la salud y la innovación para todos
Pfizer informó acerca de la llegada de ocho nuevas terapias a lo largo de 2023 en beneficio de la población mexicana: de las 25 originalmente anunciadas para 2025, la cifra asciende ahora a 30, con el objetivo de seguir siendo una voz protagonista en la salud y una compañía que aporta valor y soluciones innovadoras.
De acuerdo con Constanza Losada, Presidenta y Directora General de Pfizer México, se trata de medicamentos innovadores para el tratamiento de la dermatitis atópica de leve a moderada y de moderada a severa; cardiomiopatía por amiloidosis; migraña, y diferentes tipos de cáncer, como colorrectal, de pulmón (dos nuevas terapias) y leucemia.
“En 2022, Pfizer cambió la vida de más de 18 millones de personas, con terapias enfocadas en medicina interna, oncología, enfermedades raras, inflamación e inmunología y vacunas. Invertimos en México 15% de nuestros ingresos en Investigación y Desarrollo (I+D) y tenemos 89 proyectos de I+D en proceso para traer al país medicamentos primeros en su clase”, detalló.
“Nuestros planes en México, explicó, están en línea con los pilares estratégicos globales de la compañía: generar ciencia de primer nivel y dar acceso equitativo a nuestros productos poniendo a los pacientes al centro, lo que significa traer terapias y tratamientos al país al mismo tiempo que en todo el mundo”.
En materia de respuesta a Covid-19, el laboratorio informó que al momento más de 41 millones de mexicanos han recibido su vacuna contra Covid-19 ARNm, la cual ha sido la única aplicada a menores de edad, en beneficio de 8.5 millones de adolescentes (de entre 12 y 17 años) y 9.3 millones de niñas y niños (de entre 5 y 11 años).
También, se logró en tiempo récord la aprobación y entrega de 300 mil dosis del primer antiviral oral contra Covid-19 en el país, el cual está disponible en el Sector Salud para atender a distintos grupos de población en riesgo de complicaciones y hospitalización.
“El acceso a medicamentos innovadores muchas veces representa la diferencia entre la vida y la muerte. La innovación en México ha permitido que los pacientes tengan vidas más largas, saludables y productivas. De ahí la importancia de seguir trabajando en el desarrollo de terapias innovadoras: con más de 128 millones de personas viviendo en México, resulta una prioridad ofrecer a la población opciones para una salud de calidad”, destacó la Dra. Yéssika Moreno.
Asimismo, recordó que la labor de la industria farmacéutica va más allá del proceso de convertir la ciencia en nuevos diagnósticos, tratamientos y vacunas, Constanza Losada enumeró algunas de las acciones de impacto social emprendidas por Pfizer en el último año, como los 130 pacientes y 30 organizaciones beneficiados a través de un programa de apoyo a sobrevivientes de cáncer de mama en coordinación con MILC (Médicos e Investigadores en la Lucha Contra el Cáncer de Mama); la gestión de 3 mil consultas en formato de telemedicina a poblaciones rurales de Chiapas y el Estado de México en colaboración con Fundación Pro Mazahua, y la capacitación en salud integral a más de 600 agentes educativos y comunitarios en 150 escuelas de Yucatán y Nuevo León junto con Save the Children, entre otras.
Un nuevo espacio de trabajo para una nueva forma de trabajo
A partir de un proyecto alineado con los más altos estándares de desempeño internacional en EHS salud, seguridad y ambiente, Pfizer cortó el listón de su sede renovada en el poniente de la Ciudad de México: un nuevo lugar de trabajo sostenible, innovador, inclusivo y diverso.
Con espacios eficientes, flexibles y atractivos, que lo mismo ofrecen opciones para el trabajo individual o en equipo que para el descanso y la relajación, las recién remodeladas instalaciones incorporan elementos en materia de sustentabilidad y tecnología que promoverán el bienestar, la creatividad y la socialización de los colaboradores, socios de negocio y visitantes.
Por tal motivo, Pfizer México se adhiere al lineamiento global de la compañía que tiene como objetivo reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero a fin de lograr la meta Net Zero para 2040, al menos 10 años antes del plazo oficialmente contemplado en la norma.