Plomero, ¿cuándo fue la ultima vez que requeriste sus servicios?

noviembre 30, 2019

Juan David Castilla Arcos. Xalapa. Arturo Rebolledo Hernández comenzó a destapar drenajes cuando tenía 12 años.

El señor heredó el oficio a su padre Marcos Hernández Hernández, quien falleció hace unos días, a la edad de 93 años.

Se trata de una familia de plomeros que ha vivido por décadas en la colonia Modelo de esta capital veracruzana.

Incluso, es considerada una de las pioneras en la plomería de la ciudad, pues la mencionada colonia fue una de las primeras que fueron construidas en Xalapa y dicha familia contribuyó en la instalación del drenaje correspondiente.

Arturo, de 55 años, y otros dos de sus hermanos se dedican a la instalación, mantenimiento y reparación de las conducciones de agua y aparatos sanitarios de una vivienda o edificio.

“Ahorita estoy en casa arreglando mi herramienta. La plomería es peligrosa, hay que saber cómo meterle la mano”.

Ha participado en instalaciones grandes, sobre todo en lugares como Coscomatepec y Huatusco.

“Anduve en la sierra. En las comunidades no hay esos servicios. Llegamos a una comunidad donde no hay nadie”.

BUENAS REMUNERACIONES

A juicio de Rebolledo Hernández, cada vez menos personas se dedican a la plomería.

Incluso, cree que los plomeros están desapareciendo en la ciudad, debido a que algunos albañiles se han apropiado de su actividad, sin contar con la experiencia necesaria.

Considera que sólo quedan entre ocho y diez plomeros en la ciudad.

“Solo quedan esos plomeros artesanales, así les llamamos, porque la plomería s artesanal”.

Además, carecen de un sindicato u organización que los represente y apele por sus derechos como trabajadores.

Sin embargo, los salarios son dignos. Un plomero que participa en una obra importante percibe, en promedio, nueve mil pesos mensuales.

Incluso, cuando destapa el drenaje de algún negocio, puede cobrar más de 4 mil pesos.

ALTO RIESGO

Es considerado un oficio de alto riesgo, porque, en ocasiones, tienen que “nadar en aguas negras”, para realizar las reparaciones correspondientes.

Rebolledo Hernández recuerda que los plomeros deben utilizar guantes y botas especiales, así como también, tapabocas para evitar una infección que ponga en peligro su vida.

“Todos somos alérgicos a algo. Antes se hacía, ahora ya no se usa, destapar los chacuacos de hollín, yo soy alérgico a eso, pero siempre tengo que ponerme tapabocas”.

Y es que ya se ha enfermado de la garganta, a tal grado, de no poder trabajar.

Don Arturo se ha dado a conocer a través de sus clientes, pues con frecuencia lo recomiendan.

Sin embargo, también facilitó el número celular 22 84 03 69 75, para la contratación de sus servicios.