¿Quién brindará mejor en Venezuela este fin de año?

diciembre 30, 2019

México/Notimex. Es arriesgado determinar hacia dónde se inclina la balanza en Venezuela al cerrar 2019. Lo mismo hay fuentes que se decantan por el gobierno de Nicolás Maduro que por el interinato de Juan Guaidó. No obstante, lo que es inevitable es que, en la mayoría de las mesas venezolanas, se brindará en la víspera de un 2020 poco prometedor.

El 23 de enero de 2019, el entonces líder de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, se autoproclamó presidente interino de Venezuela. Justificó su decisión al considerar ilegítimas las elecciones presidenciales de 2018, donde Maduro, en el poder desde 2013, resultó electo para un segundo sexenio.

A petición de la oposición, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) intentó transportar ayuda humanitaria desde Colombia a Venezuela, pero supuestos elementos de la Guardia Nacional incendiaron los camiones de transporte por considerarlo una intención de trasladar material logístico e importante para provocar disturbios.

El país tiene una inflación de 200 mil por ciento, calculada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), y 4.6 millones de venezolanos se refugian en países aledaños debido al limitado acceso alimenticio, reporta la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.

Este año, el país registró apagones de energía eléctrica. El discurso oficial los atribuyó a sabotajes de la oposición, mientras que estos últimos dijeron que es una prueba más de las gestiones ineficientes del chavismo desde que llegó al poder en 1999, y de la militarización de los servicios públicos.

El presupuesto nominal destinado a la electricidad creció en 807 por ciento el año pasado, pero por la hiperinflación se redujo en 98 por ciento. Igual sucedió con el destinado para el agua, que de forma nominal aumentó 418 pero terminó siendo reducido en 99 por ciento, de acuerdo con la asociación económica venezolana Cedice.

Desde entonces, ambos bandos han intercambiado un sinnúmero de acusaciones, reproches y marchas. Los ‘revolucionarios’ o chavistas, por el fallecido Hugo Chávez, difunden escándalos de la oposición, encarcelan a sus militantes y endurecen críticas a posicionamientos internacionales por posibles intervenciones. El ‘team’ Guaidó responde apelando a tratados y recorridos con países afines.

Así brinda la “revolución” bolivariana de Maduro

Expertos estiman ante Notimex que Nicolás Maduro resistió los embates de la oposición y señalamientos de diversos organismos, y reforzó el respaldo de las fuerzas armadas y sus aliados.

El político ratificó su liderazgo al interior, pero el uso constante de las fuerzas armadas lo debilita. “Si tuviera el apoyo completo de la sociedad no habría necesidad de sacar a la calle a los militares”, afirmó Mario Ramírez Chávez, especialista en geopolítica y académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La presidencia chavista termina mejor el año que la opositora. La oposición recibió apoyo de los miembros del Grupo de Lima en enero, menos de México, pero lo usó “de la manera más radical posible sin tener éxito […] Maduro está hoy en menos riesgo de ser removido”, subrayó Arturo López-Levy, doctor en Estudios Internacionales de la Universidad de Denver.

Demostró capacidad para negociar con el ejército, aunque tal vez perdió autonomía, invirtió más recursos en puntos estratégicos que ganaron esos grupos “fácticos”, pero si el ejército hubiera apoyado a Guaidó, lo sacaban, dijo Andrea Samaniego, también académica de la UNAM.

En una encuesta de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), realizada a mil 200 venezolanos entre octubre y noviembre, sólo una cuarta parte de los encuestados dijo identificarse con el chavismo. De ellos, sólo 14.3 por ciento se siente afín a Maduro.

Un tercio de los chavistas culpan al presidente de la crisis venezolana, mientras que quienes lo apoyan responsabilizan a la oposición.

Así lo hará el ‘team’ Guaidó

El parcialmente reconocido como presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, trató de aglutinar el enfado social, los cuestionamientos de los propios seguidores del chavismo, el hambre y los señalamientos internacionales contra Maduro, pero su ímpetu inicial se ha disipado.

Logró el “gran reflector” por la crisis que hay en Caracas desde 2009, que, pese a la plena bonanza petrolera de aquellos años, ya importaba el 90 por ciento de los alimentos. Con Guaidó “finalmente hay un severo cuestionamiento popular al chavismo […] muestra la desesperación de la sociedad y su exigencia de un cambio económico urgente”, destacó Ramírez Chávez.

El presidente de la Asamblea Nacional generó polarización. Anteriormente la oposición se movía hacia el centro para obtener mejores resultados con el gobierno, pero con Guaidó “ambos lados se aferran tanto a la derecha como a la izquierda […] prefieren lo contencioso”, puntualizó López-Levy.

Guaidó no parece tener fuerza, pero eso no significa que la crisis política venezolana terminó. Está viva y exhibe a “un sector de la población que está dispuesto a jugársela el todo por el todo con un gobierno distinto, incluso si eso representa intervención de otra nación”, afirmó Samaniego.

Casi la mitad de los venezolanos se identifican con la oposición, aunque solo una cuarta parte apoya a Guaidó como líder. El nivel de confianza que le tuvo la oposición dura, blanda y no alineados entre mayo y noviembre ha disminuido, por lo que solo 32.4 por ciento creen que va a poder quitarle el poder a Maduro, arroja la UCAB.

¿Próspero 2020?

El panorama podría cambiar este domingo 5 de enero, cuando iniciará otro año legislativo venezolano, el último de la Asamblea Nacional elegida en 2015. De mantener el apoyo que ha tenido hasta ahora, Guaidó quedaría reelecto como jefe de la misma.

Sin embargo, según trascendió estos días, funcionarios de Maduro sobornan a diputados opositores para que voten en contra de su rival político. El oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) tiene sólo 51 escaños, mientras que los opositores tienen 93, aunque 27 de los diputados están en exilio, igual número bajo enjuiciamiento y dos privados de su libertad.

Veremos si Guaidó es ratificado “como líder opositor”. Algunos disidentes parecen más motivados por la realización de un ejercicio electoral monitoreado internacionalmente y “buscarán un camino diferente a la política del todo o nada”, encabezada “irresponsablemente por el partido Voluntad Popular” en 2019, concluyó López-Levy.

Samaniego y Ramírez prevén la participación de otros actores internacionales para 2020, además de grandes movilizaciones sociales en los primeros meses, avivadas particularmente por la conmemoración de los 31 años del ‘caracazo’, protestas iniciadas en 1987 ante el aumento de los precios de los productos derivados del petróleo.