Reactivar el campo, evitara desabasto ante la crisis sanitaria
Isabel Ortega. Xalapa. Veracruz solo produce el 25 por ciento de los alimentos que se consumen de manera local, el resto proviene de entidades como Puebla, Jalisco, Michoacán y Estado de México, la contingencia sanitaria podría complicar el abasto de los alimentos, por lo que es necesario reactivar el campo en la entidad.
El economista e investigador, Rafael vela Martínez, reconoció que la dependencia económica hacia otras entidades se atribuye al abandono de las tierras, pues la gente no recibía los apoyos gubernamentales y optaron por dejar de producir.
Productos básicos como maíz, frijol, arroz, huevo y otros vienen de otras entidades insistió el investigador de la Universidad Veracruzana (UV).
“Los veracruzanos tenemos una peligrosa dependencia alimentaria, y me atrevo a decir que este es el momento, la oportunidad del campo veracruzano, la crisis que hoy se vive puede representar un nicho de oportunidad para reactivar al sector primario, y generar empleos y los ingresos para miles de familias que hoy no tienen ni que comer”
En 1990 el campo aportaba el 8% al Producto Interno Bruto de la entidad; para 2018 apenas alcanzó el 4%, es decir en cuatro décadas disminuyó prácticamente 50% de lo que aportaba a la riqueza estatal anual.
Del mismo modo detalló que en 1990 Veracruz tenía una población económicamente activa del 40%, 39.7 dependía del sector agropecuario, pero a 2018 es menos del 20%, el resto migró hacia las grandes ciudades.
Al dar más datos estadísticos mencionó que en 2010 se producían 973 mil 457 toneladas de maíz, para esa fecha se consumían más de dos millones de toneladas, el déficit era de 1 mil 039 toneladas, y ahora la situación es peor.
En arroz se tenía primer lugar de producción, anualmente se generaban 33 mil 186 toneladas y se consumían 71 mil 849, con déficit superior a las 39 mil 600. En el caso del frijol, se producían 20 mil 682 y consumían 84 mil 095, el déficit era de 63 mil 408 toneladas. En huevo se tenía una producción de 16 mil 469 y la demanda era de 163 mil 167 toneladas.
Ante ese escenario los gobiernos deben impulsar la producción local, pues eso resolvería la necesidad económica y alimentaria, incluso, se daría un enorme salto en el reto de abatir la pobreza.