Recuerda Reyes Larios «a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César»

octubre 18, 2020

Yhadira Paredes/Xalapa. Los gobiernos no deben endiosarse porque no constituyen el valor ultimo y supremo que confiere Dios, aseveró el arzobispo de la Arquidiócesis de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, quien recordó lo dicho por Jesús en su momento a “Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”. 


En la homilía de este domingo en la Iglesia Catedral de Xalapa, el sacerdote aclaró que Jesús no quiso dividir al mundo en dos poderes, como ocurre ahora en México, ni tampoco colocar al César y Dios en un plano de igualdad, ni establecer órdenes separado uno humano y terrero y otro divino y celestial. 

El estado tiene el derecho, dijo, de exigir todo lo necesario para cumplir su tarea de instaurar un orden social, proteger a los ciudadanos y promover un bien común. 

“Sin embargo, el gobierno no se debe endiosarse porque no constituye el valor último y supremo, es más importante el deber hacia Dios, si el gobierno reclama algo que pertenece exclusivamente a Dios, no nos quedaría más que repetir lo que dijeron los apóstoles, es más importante obedecer a Dios antes que los hombres”.

Y es que, aseguró, el ser humano lleva impresa la imagen de Cristo, por lo que primero está Dios y en segundo lugar las autoridades. 

“En México a veces se confunde mucho y se ordena a los religiosos que no se metan para nada en las cosas de gobierno, no está tan atinadamente  interpretada, el gobierno es para servir al pueblo, no para aprovecharse de él, en último tiempo el gobierno y pueblo debemos obedecer a dios”.

PECADO, MUERTE Y SATANÁS LOS GRANDES
ENEMIGOS DEL SER HUMANOS

Por otra parte, el Arzobispo de la Arquidiócesis de Xalapa hizo un llamado a la feligresía para no adorar a ninguna criatura, como Satanás, la llamada Santa Muerte y otros. 

Y recordó que los grandes enemigos de los humanos son el pecado, la muerte y satanás, los cuales han sido vencidos en la cruz de Cristo. 

Ahí aprovechó para recordar que los misioneros son enviados para que la gente conozca a Jesús, sin embargo, en “nuestros tiempos mucha gente no quiere oír hablar de Cristo, muchos aún lo rechazan sin conocerlo, por lo que quienes si lo creen la deben anunciar”.