Recuperan ADN de mamuts hallados en México

octubre 7, 2024

Redacción Xalapa.- El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), informó que por primera vez en el país, científicos nacionales recuperaron ADN mitocondrial de un mamut colombino (Mammuthus columbi), originario de la Cuenca de México.

Destacó que este estudio descubre una marcada diferencia genética entre los ejemplares de Estados Unidos y Canadá respecto a los mexicanos, un hallazgo de relevancia para la historia evolutiva de las especies de América.

Recordó que lo anterior se logró a partir de un estudio de paleogenómica, el cual analizó 83 muestras tomadas de molares de mamuts colombinos, descubiertos en las excavaciones de los terrenos del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y en el yacimiento de Tultepec.

El material genético se extrajo con éxito en 64 de las muestras, lo que representa 77 por ciento.

Adicionalmente, se obtuvo el genoma mitocondrial en 61 de las 64 muestras de ADN, en 28 de estas con alta profundidad de cobertura, lo que permite realizar inferencias filogenéticas de alta calidad.

Este descubrimiento fue gracias a la riqueza de fósiles en buen estado de conservación hallada en terrenos del AIFA y en Tultepec ha permitido dicho alcance científico, con estudios nunca antes aplicados en México, en la mencionada especie.

El mamut colombino, explica, fue el único endémico de América; que llegó de Eurasia hace 1.5 millones de años, en la forma de mamut de la estepa y, eventualmente, evolucionó al colombino, de modo que, hace alrededor de un millón de años, ya existía el mamut con las características del colombino.

De acuerdo con la investigación de sus antropólogos, los resultados indican que los 28 mamuts estudiados habitaron la cuenca hacia el final del Pleistoceno, entre 13 mil y 15 a 16 mil años, cerca de la fecha en que se extinguió la megafauna en el mundo, durante el Último Máximo Glacial.

El instituto comunicó «En la Cuenca de México el registro fósil del mamut llega hasta hace 12 mil años, por lo que es fascinante que aquí, hacia el final del Pleistoceno, vivieran tres linajes diferentes y, probablemente, hayan cohabitado».