Revertir asimetrías sociales debe ser un propósito mundial: Sánchez Cordero
Ciudad de México. En la Audiencia Anual de la Unión Interparlamentaria (UIP), la presidenta del Senado de la República, Olga Sánchez Cordero, dejó en claro que revertir la desigualdad social, que afecta particularmente a niñas, niños, jóvenes y mujeres, debe ser un propósito mundial y una prioridad para los parlamentos.
Durante su participación en el encuentro que se lleva a cabo en la sede de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, en Nueva York, recordó que desde hace mucho tiempo “enfrentamos el reto de corregir y revertir los desequilibrios sociales, laborales y económicos, que han perdurado al paso de muchos años, y que la pandemia originada por la Covid-19 ha hecho aún más visibles”.
En compañía del presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, el senador Héctor Vasconcelos, la presidenta del Senado fue invitada a las Naciones Unidas para participar en torno al tema “Las crecientes desigualdades económicas como amenaza para el desarrollo sostenible: posibles causas y soluciones”, con especial énfasis en el caso de las mujeres.
Uno de ellos, acotó Sánchez Cordero, es la asimetría que, al interior de los países, afecta de forma más grave y profunda a las personas más pobres, a las más vulnerables, especialmente a niñas, niños, jóvenes y mujeres.
La senadora compartió a los líderes y representantes de los parlamentos del mundo, la propuesta que impulsa el Senado mexicano para establecer un Sistema Nacional de Cuidados, que pueda compensar económicamente a las mujeres que se dedican a cuidar de las personas adultas mayores, enfermos, personas con discapacidad y a menores.
Se trata, agregó, de revertir los efectos negativos que esta actividad de cuidadoras tiene para las mujeres, niñas y jóvenes, como la sobrecarga en la atención, la deserción escolar, la pérdida de empleo, la pobreza y la inequidad en el ingreso.
Con esta iniciativa, los derechos y las oportunidades de las mujeres se ven acrecentados, ya que son ellas las que dedican gran parte de su vida y su tiempo a este tipo de cuidados, en sus entornos familiares y sus comunidades.
La presidenta de la Mesa Directiva asentó que se requiere encontrar formas nuevas de articular, reconocer, reducir y redistribuir las cargas de trabajo y de cuidados, con la creación de becas, ayudas e incentivos económicos, para que puedan dedicarse a estas funciones sin perder sus empleos o sus estudios.
La propuesta, explicó, es crear un sistema de cuidados como una opción profesional para las personas, una forma de empoderamiento, no sólo en cuanto a ingreso, sino en capacitación para el cuidado de adultos mayores, para la estimulación temprana de niños y niñas, para la educación de la primera infancia, y para favorecer la autonomía de personas con discapacidad y el tratamiento de los enfermos.
“Imaginemos un círculo virtuoso que, con estas acciones, revierta realidades tan crudas, ya que, quienes enfrentan estas responsabilidades, son principalmente, niñas y mujeres jóvenes”.
La legisladora mexicana expresó ante la UIP que sí es posible erradicar las causas que han alimentado la desigualdad, la exclusión social y laboral, que impiden el desarrollo y progreso de nuestras poblaciones.
“Lo es si pensamos en soluciones que empoderen, que otorguen herramientas para la vida de las personas, y les provean de capacidades”. Además, destacó que los impactos negativos de las asimetrías sociales pueden ser intergeneracionales y afectar, aún más, a los grupos más vulnerables.
Por ello, las y los legisladores de México han buscado transformar la vida de las mujeres y las niñas mexicanas, garantizar la progresividad de sus derechos, como el derecho a una vida libre de violencia, el reconocimiento de pueblos y comunidades afrodescendientes, la protección y seguridad social de las personas trabajadoras del hogar y una mayor protección de las niñas y mujeres víctimas de violencia.
El senador Héctor Vasconcelos coincidió en que hace muchos años que economistas, líderes políticos y académicos, han insistido en la ineficacia y la perversidad del tipo de capitalismo que ha generado una monstruosa concentración de la riqueza en el uno por ciento de la población mundial.
“No puedo concebir el mundo reconstruido, al que convoca esta reunión, sin la adopción inmediata de medidas que reviertan el desequilibrio existente; ya sea por la vía fiscal o por la adopción de legislaciones que acoten y hagan imposible la concentración del capital que se ha desarrollado, como efecto indeseado, a partir de la Revolución Industrial”.
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores recordó que a principios y finales del Siglo XIX, se adoptaron en Gran Bretaña y en Estados Unidos medidas que acotaron el llamado capitalismo salvaje y mejoraron la eficiencia del sistema.
En el Poder Legislativo mexicano, agregó, estamos analizando nuevas alternativas, pues hoy, más que nunca, nuevos ajustes a la economía de mercado son indispensables; “más aún -acotó-, son una cuestión de supervivencia”.