Sabina Berman: sería muy lamentable la desaparición del Fonca

abril 7, 2020

México/Notimex. Para Sabina Berman sería “muy lamentable” que desapareciera el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), pues una de las cosas que se han hecho bien en el rubro cultural a nivel gubernamental es ese programa que otorga becas a jóvenes artistas; “no podríamos tener la diversidad de creadores que tenemos ahora sin el Fonca”.

En entrevista, advirtió que la desaparición del Fonca sería una regresión cultural para el país, transformaría el panorama a uno muy similar al vivido en la década del 60, “cuando se producía poco arte; sería una lástima”, y reconoció que el problema está en llegar al público, “luego de las becas, empieza un desierto; ahí es donde hay que completar: que exista ese contacto entre el arte y el pueblo”.

Dijo que uno de los principales problemas que hay es “la ausencia de una publicidad del tamaño del público posible”. Es muy cara, “un anuncio de diez centímetros en un periódico puede costar 10 mil pesos al día, 40 mil a la semana”, y si es más grande, “lo que llaman un octavo de página, entonces ya estamos hablando de 50 mil pesos diarios”. En los medios electrónicos, anotó, la situación no mejora, “la televisión está vedada por sus precios, la radio también”.

La dramaturga estimó que un campo de acción poco explorado por las iniciativas gubernamentales es la publicidad para el quehacer artístico, “eso es algo que podría hacer el gobierno desde ya: contratar publicidad para todas las obras de teatro, todo el cine mexicano; las exposiciones, toda la oferta cultural en general”.

Berman consideró que todavíoa no se tienen las políticas culturales necesarias, “pensamos que con un gobierno de izquierda íbamos a tener políticas al nivel de un país de 120 millones de habitantes y con una tradición artística de la importancia de México”.

La importancia de las artes para el país

Aseguró que las artes son un bienestar social, y este tema “es importantísimo”, pues el quehacer artístico siempre ha sido mantenido a través de mecenazgos; y “si queremos un país donde sólo haya telenovelas, pero no haya grandes autores de teatro o literatura”, la vía más rápida es desaparecer el apoyo a las artes; “si queremos un país donde nada más cante Luis Miguel y no haya tenores de ópera, bueno, ese sería el camino”.

Desde su perspectiva, en el Poder Ejecutivo no hay un convencimiento de la importancia de las artes, y “no sólo me refiero al presidente; hay que ampliar la mirada”, y puso como ejemplo al secretario de Hacienda, Arturo Herrera, quien “es un hombre muy aficionado a las artes, va seguido al Palacio de Bellas Artes y oye conciertos, oye ópera, ve exposiciones», por lo que exhortó a generalizar esas actividades que significan bienestar para la sociedad.

La escritora recordó a la reciente temporada de la obra Entre Pancho Villa y una mujer desnuda, a principios de marzo en el Teatro Rafael Solana, “ya hablábamos de coronavirus en ese momento, pero era algo que estaba sucediendo en China”.

En un intercambio de opiniones con la producción de la obra sobre cerrar o mantener abierto, “perdí el debate y tuvieron funciones aun cuando la gente ya estaba hablando de quedarse en casa, ¡y estaba repleto!; lo más notable era la reacción del público, se notaba entusiasmo”. Para la dramaturga, ese es un ejemplo más de que hay público ávido por una oferta cultural, “pero hay que encauzar a la gente”.

Una nueva obra de teatro

En estos tiempos de cuarentena, la escritora aseguró que su cotidianidad sigue intacta, “trabajo en mi estudio tomando notas, haciendo escaletas, geometrías dramáticas y escribiendo”. Ha aprovechado el tiempo para trabajar en su nueva obra de teatro llamada La vida íntima el capitalismo.

No está segura si esta pandemia podrá lograr un cambio sustancial en el actual sistema económico, “puede recrudecer ante la falta de gobiernos para presionar durante la contingencia”. De lo que sí está segura es que esta época de encierro y crisis le ha hecho ver a una gran proporción de la población que “no tiene sentido vivir así” con gobiernos “débiles, sin recursos y sin manejar funciones estratégicas para el bienestar común”.