Solución de controversias: una virtud del T-MEC

agosto 2, 2022

En una relación tan profunda e integrada como la de México con sus socios norteamericanos es apenas natural que haya diferencias, sobre todo en cuanto a la interpretación y aplicación de las diversas disposiciones del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Por ello, desde su concepción, el Tratado incorporó los mecanismos necesarios para dirimir cualquier disputa comercial que pudiera surgir de su implementación y la interpretación de sus diversas disposiciones, lo cual es una ventaja del instrumento que, a dos años de su entrada en vigor, ha demostrado que sirve para administrar mejor y de manera institucional las relaciones económicas entre los tres socios de la región.

En el marco de los mecanismos de solución de controversias Estado-Estado del Capítulo 31 del T-MEC, el 20 de julio de 2022 México recibió las solicitudes de consultas enviadas por los Gobiernos estadounidense y canadiense, respectivamente, para abordar una serie de preocupaciones sobre la política energética del Gobierno de nuestro país, al considerar que suponen una violación al Tratado.

Las consultas, que deberán iniciar en los 30 días posteriores a la solicitud, a más tardar el 19 de agosto, representan una oportunidad para que el equipo negociador mexicano, liderado por la Secretaría de Economía, exponga la evidencia técnica que da razón de las acciones que el Gobierno de nuestro país ha emprendido en el sector energético, como parte de su derecho soberano para regular el sector, en función del interés nacional, lo cual quedó estipulado en el Capítulo 8 del Tratado.

El proceso de consultas también será un espacio para que México escuche la postura de los equipos negociadores de Estados Unidos y Canadá, a fin de buscar acuerdos que eviten una escalada en el diferendo, que resulte en la instalación de un panel, tal cual lo prevé el propio mecanismo para dirimir las disputas.

Con ello evitaremos generar incertidumbre que pudiera impactar de manera negativa en el comercio entre México, Canadá y Estados Unidos, que asciende a 1.3 billones de dólares (2021) y es sostén de millones de empleos directos e indirectos en los tres países.

A partir de las facultades exclusivas en materia de política exterior que nos otorga el artículo 76 de la Constitución, desde el Senado de la República acompañaremos al Gobierno mexicano en su labor de defender el interés nacional en el sector energético y probar su compatibilidad con el Tratado.

En la mayoría parlamentaria de MORENA tenemos la convicción de que le asiste la razón al Ejecutivo federal, por lo que también buscaremos, mediante el diálogo parlamentario y procurando el respeto recíproco, abonar al entendimiento trilateral.

De esa manera seguiremos avanzando en la implementación del T-MEC, manteniendo su espíritu en favor de una mayor productividad y menores precios para las y los consumidores, tanto en México como en la región en su conjunto.

ricardomonreala@yahoo.com.mx

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