¿Te han amenazado de perder tu trabajo si no votas por algún candidato?

junio 1, 2024

Isabel Ortega/Xalapa, Ver.- La coacción al voto de ciudadanos, la burocracia o de beneficiarios de programas sociales es un delito electoral, y se puede sancionar con cárcel a los funcionarios que obliguen a trabajadores o subordinados a votar por alguna opción política en específico.

A través de redes sociales se ha difundido videos en los que se informa a los veracruzanos cómo pueden marcar la boleta electoral, y que pese a la amenaza, que resulta ilegal, una persona pueda hacer valer su voto.

En el pasado se planteó que si una boleta electoral tenía más de un tache o cruz, el voto se invalidaba, no obstante, a lo largo de los procesos electorales -sentencias de órganos jurisdiccionales- interpretado el sentido del voto de los ciudadanos mayores de edad, y se han sentado precedentes.

Un criterio de la Sala Superior del Poder Judicial de la Federación es que un voto es válido si se tachan dos recuadros y se colocan los monosílabos sí o no, al lado de los logotipos de los partidos políticos o nombre de los candidatos.

Según la sentencia SUP-JIN-045/2006, se determina que al haber colocado en el recuadro un ‘SI’, los funcionarios de las mesas directivas de casilla deben tomar el voto por bueno al partido que tenga la afirmación.

 

Es por lo anterior, que en los videos que se han circulado en redes sociales, se recomienda a las personas poner una marca o cruz en el recuadro del partido al que les pidieron dar su voto. Tomar una fotografía que se pide como testigo, y después de documentar el sentido del voto colocar la palabra no.

Como un paso adicional, se pide a los ciudadanos elegir un segundo partido y, tras poner una marca, agregar la leyenda sí. De esa manera, el voto reflejará la voluntad de los ciudadanos.

¿Qué dice la ley sobre la coacción al voto?

Según la ley general de Materia de Delitos Electorales, en su artículo 11, detalla que se impondrán de 200 a 400 días de multa y prisión de dos a nueve años, al servidor público que: coaccionen o amenacen a sus subordinados para que participen en eventos proselitistas de precampaña o campaña, para que voten o se abstengan de votar por un candidato, partido político o coalición.