Teatro chicano, poderosa herramienta de crítica social: Carlos Morton

Esta manifestación escénica visibiliza los problemas de los ciudadanos estadounidenses de origen mexicano

marzo 19, 2020

Xalapa. Carlos Morton, académico, investigador, periodista y dramaturgo de ascendencia mexicana que nació en Chicago, Estados Unidos, impartió un curso a estudiantes de la Maestría en Artes Escénicas del Centro de Estudios, Creación y Documentación de las Artes (CECDA) de la Universidad Veracruzana (UV), en el que les habló sobre el origen del teatro chicano, al que consideró una poderosa herramienta de crítica social. 

Morton es Doctor en Estudios Teatrales por la Universidad de Austin, Texas, y cuenta con más de 100 obras producidas por compañías como San Francisco Mime Troupe, el Teatro Puertorriqueño Itinerante y el Festival de Shakespeare de Nueva York.  

Sus trabajos abordan las características y contradicciones de la cultura chicana y es el dramaturgo más conocido en México en tratar estos temas, después de Luis Valdez. 

Es autor de varios libros, entre las que se encuentran Johnny Tenorio and Other PlaysRancho Hollywood y otras obras del teatro chicano, y Soñando un domingo en la Alameda, y ha impartido cátedra en diversos países como México, Polonia y Estados Unidos. Actualmente se desempeña como docente de la Facultad de Teatro y Danza de la Universidad de California.  

En entrevista a Universo, habló sobre sus inicios en el teatro chicano, la importancia de esta manifestación artística para vislumbrar problemáticas sociales, y del poder demográfico de los latinos en Estados Unidos.  

Sus orígenes 

Carlos Morton nació en Chicago y desde pequeño viajaba a México con sus padres, ya que tenían familiares en Pachuca y San Luis Potosí; de adulto vivió un año en el entonces Distrito Federal, periodo durante el que impartió clases en la Universidad Nacional Autónoma de México gracias a una beca del programa Fullbright. 

Actualmente aún visita el país cada dos o tres años, ya que su esposa es oriunda de un poblado del istmo de Tehuantepec, y aprovecha estos viajes para dar clases, ver exposiciones artísticas y convivir con amigos y familiares. 

El dramaturgo comentó que aunque en sus primeros años de estudiante actuó en algunas obras, sus inicios en el teatro fueron dentro de un club nocturno en la ciudad de Chicago.  

“Al ver el trabajo que llevaban a cabo decidí tomar clases y actuar, y me atrapó la emoción de hablar frente al público”, mencionó.  

El catedrático compartió que la idea de escribir guiones teatrales que hablaran de la cultura chicana le surgió al ver el teatro campesino –modelo teatral nacido a mediados de la década de 1960 que reflejaba la situación de los trabajadores agrícolas–, de Luis Valdez. 

“En la década de 1970 no había voces de nuestra comunidad en el ámbito teatral, por lo que quise hacer algo parecido al trabajo de Valdez”, explicó.  

Carlos Morton comentó que uno de los primeros guiones que escribió y con los que se dio a conocer fue El Jardín, dentro del que hace una parodia al Génesis del antiguo testamento, y en el que todos los personajes son chicanos.  

Esta obra fue puesta en escena en Chicago, ciudad que en la década de 1970 tenía una de las comunidades más grandes de chicanos de Estados Unidos, y también se presentó en otras ciudades como El Paso, San Antonio, San Diego, e incluso en Nueva York. 

En ella trabajaron actores profesionales, quienes debían memorizar libretos en inglés y español, ya que el idioma en el que se presentaba la obra dependía de los espectadores que asistían.  

“Ver mi guion representado en el escenario significó para mí algo similar a presenciar un milagro, ya que fue muy satisfactorio ver al público hacer fila en taquilla para apreciar la obra”, aseguró.  

El dramaturgo con estudiantes de la Maestría en Artes Escénicas

Rancho Hollywood 

Una de las obras más emblemática de Carlos Morton es  

Rancho Hollywood, que relata la historia de la familia de Pío de Jesús Pico, quien fue el último gobernador de California antes de que este estado pasara a formar parte de los Estados Unidos por la firma de los Tratados de Guadalupe Hidalgo.  

Dentro de ella reflexiona sobre el conflicto de identidades y culturas a partir de la separación de California de México, y su posterior anexión al país vecino del norte; esta obra fue traducida y dirigida en territorio nacional por Iona Weissberg. 

El dramaturgo relató que a través de Rancho Hollywood critica la actitud de Pío Pico, quien tenía parte de ascendencia africana, pero negó su origen y se volvió un hombre poderoso.  

“La importancia de esta obra es que relata la historia de California, que es desconocida para gran parte de mexicanos, pese a que la mayoría de habitantes de este estado es de origen latino”, destacó.  

Teatro chicano 

Carlos Morton declaró que uno de los grandes retos del teatro campesino siempre ha sido hacer una crítica dentro de la sociedad, ya sea a través de la sátira o de una burla directa.  

Mencionó que con el teatro chicano continúa con esta línea de trabajo, y puso como ejemplo su reciente obra Trumpus Ceaser, que es una farsa que retrata al mandatario estadounidense Donald Trump.  

Enfatizó que aunque en sus inicios escribía principalmente para la comunidad chicana, sus trabajos se han diversificado y ahora crea teatro latinx, a través del cual busca hacer causa común con personas de origen boricua, cubanos, afroamericanos, judíos e incluso anglosajones.  

“Es indispensable abrir los parámetros para incluir más gente en el ámbito teatral y político, ya que los latinos no podemos trabajar solos por nuestros derechos, y debemos unirnos con el resto de la base progresista estadounidense”, manifestó. 

Poder latino en Estados Unidos 

Carlos Morton aseguró que todos los mexicanos tenemos algún familiar que emigró a Estados Unidos, y que éstos son las personas que integran al México “de afuera”; enfatizó que no debemos permitir que gobernantes como Donald Trump construyan muros físicos o psicológicos que nos dividan, ya que somos parte de la misma familia.  

“A los mexicanos que vivimos fuera del país nos gusta volver a él porque es nuestra tierra, parte de mi corazón pertenece a esta nación”, expresó. 

Afirmó que los ciudadanos de origen mexicano que habitan en Estados Unidos pueden apoyar a la política internacional de México y hablar por sus habitantes a través de su voto, y así lograr un cambio benéfico para ellos.  

“Los latinos que radicamos en Estados Unidos contamos con una gran fuerza política, impulsados por nuestro crecimiento demográfico, ya somos mayoría en el estado de California y pronto lo seremos en otros como Texas, Nuevo México y Arizona”, concluyó.