Universidades deben promover el envejecimiento saludable
julio 8, 2021
Redacción/El Demócrata. Cindy Vanessa Parra Henao, alumna de la Maestría en Salud Pública (MSP) de la Universidad Veracruzana (UV), realizó una investigación para conocer la perspectiva de los jóvenes en torno al envejecimiento, cuyos resultados le hacen considerar que desde la universidad se deben gestar los cambios para lograr un vejez saludable.
La psicóloga por la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, Colombia, desarrolló su tesis del posgrado que imparte el Instituto de Salud Pública (ISP) abordando el tema “Educación formal para promover envejecimiento saludable: el caso de una experiencia educativa de la Universidad Veracruzana”, para lo cual contó con la dirección de Areli Saldaña Ibarra, investigadora del ISP.
El análisis de los resultados del estudio, dijo, le permiten esbozar dos miradas del envejecimiento: que los jóvenes evidencian una visión emergente del envejecimiento, y que desde la institución se visualiza un envejecimiento tradicional que parece estar escindido del curso de vida.
Con base en lo anterior, considera oportuno promover el envejecimiento saludable a partir de la población que hoy es joven, lo que significaría adelantar esfuerzos para generaciones futuras con capacidad funcional en la vejez.
Parra Henao precisó que su proyecto de investigación se basa en el concepto de envejecimiento saludable propuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS), entendido como la posibilidad de que las personas lleguen a la vejez con las capacidades para continuar realizando lo que consideran importante, proceso que ocurre durante todo el ciclo de vida y está determinado por el entorno y el estilo de vida.
Explicó que la investigación la realizó desde un abordaje comprensivo, a través de narrativas biográficas de los estudiantes; acudió a autoridades y funcionarios universitarios para ampliar la comprensión del fenómeno, y la información recabada fue con enfoque de curso de vida y modelo salutogénico, y la analizó en dos niveles: interpretativo y reinterpretativo, con ayuda del software MAXQDA.
En su tesis, la estudiante sudamericana considera que la universidad, como entorno de interacción social, está llamada a adoptar la política de promoción de la salud e involucrarse en acciones de promoción para la sociedad, y que es donde se deben comenzar a gestar los procesos de cambio hacia una educación integral en la que se involucren elementos técnicos, así como la adquisición de aprendizajes que promuevan el desarrollo social y humano, dentro de los cuales se incluya la educación para la salud y con ella el envejecimiento saludable como eje transversal.
Cabe mencionar que la directora de la tesis, Areli Saldaña Ibarra, realiza un trabajo de investigación relacionado con la evaluación de proyectos para la promoción y educación para la salud de adultos mayores con un enfoque intergeneracional.
El estudio se enmarca en los desafíos de promover un cambio de mentalidad y de actitudes sociales con respecto al envejecimiento y las personas mayores, al no considerárseles sólo receptores de medidas de bienestar social, sino miembros activos que contribuyen a la sociedad; por otra parte, insta a los jóvenes a practicar hábitos saludables como una inversión para mejorar las futuras generaciones de personas mayores.
El propósito de la investigación es generar encuentros entre jóvenes universitarios y grupos de adultos mayores, como escenarios de aprendizaje donde se compartan experiencias y conocimientos en torno a la educación para la salud, y promover cambios favorables en actitudes hacia conductas sanas en jóvenes y adultos mayores, centrando el trabajo en una educación intergeneracional.
Aclaró que este trabajo forma parte de una investigación más amplia que busca contribuir a la incorporación de los programas intergeneracionales en la educación superior.
Las experiencias y resultados de investigación, dijo, han permitido valorar que los espacios universitarios tienen la posibilidad de contribuir en los desafíos de envejecimiento y vejez saludable, en términos de responsabilidad social, incluyendo a la propia comunidad universitaria, así como identificar la necesidad de armonizar conceptualmente la política universitaria con lo que está mostrando como un programa intergeneracional, y marchar más allá del activismo.