Valvulopatías, su causa y síntomas
México/Notimex. En términos generales, las valvulopatías son las enfermedades propias de las válvulas cardíacas, las cuales son las encargadas de regular el flujo de sangre que pasa por las cuatro cavidades del corazón. Estas pueden tener un mal funcionamiento porque se escapa sangre por ellas, produciendo regurgitación o estenosis.
En la estenosis de la válvula mitral, hay un estrechamiento del orificio de abertura de la válvula mitral y esto hace que disminuya el flujo de la sangre desde la aurícula izquierda hacia el ventrículo izquierdo durante la diástole, de acuerdo con el Manual de Merck de Información Médica General.
Una regurgitación mitral, por su parte, sucede cuando la válvula tiene un escape de sangre cuando el ventrículo izquierdo se contrae durante la sístole y cierta cantidad de sangre retrocede a la aurícula izquierda.
Ambos trastornos interfieren considerablemente en la capacidad de bombeo del corazón, en ocasiones una misma válvula presenta ambos problemas. Por lo general, las válvulas defectuosas crean soplos y otros sonidos cardíacos anormales que un médico puede identificar mediante un ecocardiograma.
A menudo, las regurgitaciones leves no se detectan con el estetoscopio pero se reflejan en el ecocardiograma.
De acuerdo con la Fundación Española del Corazón, algunos factores de riesgo por los cuales las válvulas pueden estropearse son: infecciones, traumatismos, envejecimiento, entre otras, pero la causa más frecuente hasta hace unos años era la fiebre reumática.
Actualmente la valvulopatía más frecuente es la degenerativa en pacientes de la tercera edad, este tipo de valvulopatía consiste en el envejecimiento, endurecimiento y calcificación de las válvulas, lo que limita su movilidad y afecta a su funcionamiento.
Las válvulas del corazón que pueden tener enfermedades son la válvula mitral, que separa la aurícula izquierda del ventrículo izquierdo; la aórtica, separa el ventrículo izquierdo de la arteria aorta; la pulmonar, que separa el ventrículo derecho de la arteria pulmonar y la válvula tricúspide, que separa la aurícula derecha del ventrículo derecho.
Estas válvulas pueden ser reparadas o reemplazadas, la reparación se realiza mediante cirugía, pero a veces se lleva a cabo mediante cateterismo cardíaco.
Existen dos tipos de válvulas disponibles para realizar los reemplazos, una de tipo mecánico y otra hecha de la válvula de corazón de un cerdo. Este procedimiento se llama bioprótesis.
Las válvulas mecánicas duran muchos años y las personas portadoras de este tipo de válvulas deben tomar anticoagulantes por el resto de su vida para prevenir la formación de coágulos, mientras que las válvulas biológicas, se deterioran y requieren un reemplazo después de 10 a 12 años pero sólo se usan los anticoagulantes por unos pocos meses.