Vendedoras indígenas, ¿tradición o negocio?

octubre 22, 2019

Raziel Roldan. Xalapa. El pasado 28 de julio del 2017, un imagen se viralizó en redes sociales y a la par causó indignación a la ciudadanía por la impotencia que en ella refleja, el protagonista, un inspector del Departamento de Inspección y Atención Comercial (DIAC) que se aleja corriendo de la escena con una blusa de tipo artesanal en sus manos.

Es una secuencia de una serie de fotos sobre un supuesto abuso de autoridad, cuando inspectores retiran a una mujer indígena que lleva unos torsos con las blusas artesanales que trataba de vender en los pasillos del Palacio de Gobierno.

La sociedad se volvió cada vez más atenta y después de esa imagen, varias más, videos denunciando supuestos abusos por parte de los inspectores de comercio, enfrentamientos entre ellos y ambulantes, todo a través de redes sociales y portales de información.

Aunque se percibe como un abuso de autoridad, en el Ayuntamiento de Xalapa ven otra circunstancia, casos de trata de personas se esconden atrás de este tema, del cual, el municipio ya tiene conocimiento, sin embargo el fenómeno continúa.

Ciudadanía se queja del trato

En un sondeo realizado en el centro de Xalapa, se expresaron y algunas reclamaron sobre el trato que reciben, tanto de las autoridades municipales, como de sus empleadores, consideran que es inhumano, pues son personas que trabajan fuertemente y vienen de lugares lejanos solo a sufrir humillaciones.

La señora Guadalupe García vio mal que los inspectores de comercio no las dejen vender su mercancía «vienen sufriendo y todo y aquí se vienen a encontrar con que las andan hostigando y eso no se me hace justo».

La señora Johanna Vázquez, acusó que ella ha visto cuando los inspectores de comercio las retiran de sus lugares de venta, y que de ser otro el caso, las dejarían si les pasaran alguna cantidad de dinero.

Exige que pare el hostigamiento contra ellas, ya que son personas de muy bajos recursos que necesitan el trabajo y tienen derecho a ganarse la vida.

Un grupo que controla

De acuerdo a Francisco Carmona Cortés, quien dirige el Frente Nacional de Autodefensas, dijo que tiene entendido que este problema se genera por un grupo de personas que “contratan” o traen con engaños a estas personas y las convencen de trabajar vendiendo estos productos recibiendo como pago, un pequeño porcentaje.

Afirmó que muchos de ellos son provenientes de estados como Chiapas y Oaxaca y han podido documentar que los mueven en una camioneta de la marca Chevrolet, por la mañana las llevan a los puntos de venta y a muy altas horas de la noche pasan a recogerlas.

Señaló que es un tema grave que hay que atender, toda vez que la situación que enfrentan es de riesgo y son vulnerables a sufrir algún acto delictivo o algo que atente contra su vida.

«De por sí están en vulnerabilidad pero se multiplica esto por las horas en las que las dejan trabajando» dijo.

Explicó que su agrupación ha podido ayudar a algunas mujeres llevándolas a albergues como Cáritas, esto porque algunas traen consigo a sus hijos y ahí se les brinda comida y abrigo, aunque es difícil pues se niegan a ser movidas por amenazas.

Carmona Cortés, indicó que estas mujeres son vigiladas y amenazadas por las personas que las tienen a cargo, por lo que hace un exhorto a las autoridades a que den con ese grupo.

Y es que añadió que en la antigua administración se acercó al DIF Municipal para que ellos pudieran interceder, sin embargo asegura que la respuesta fue negativa, pero exige a esta nueva administración investigue más a fondo.

«Yo sí me he preocupado por eso, realmente nadie le quiere entrar, ya lo habíamos hablado en la anterior administración con la del DIF y nos dijo que no era su problema, que las invitan pero que no pueden hacer nada por ellas si no hay denuncias».

Apoyos para ellas

A pesar de que se sabe que hay otras personas que están generando ganancias a costa del trabajo de los indígenas en la ciudad, hay personas que piden mayor apoyo hacia ellos, ya que ayudan a que se vea más pintoresca a la ciudad.

«Con sus atuendos que ellas mismas visten, se ven muy autóctonas, están luchando por sobrevivir, lo único que sí me hace pensar es que si las autoridades están pendientes de ello, que investiguen quién las está lidereando para que no estén abusando de ellas» comentó July Méndez.

«Las señoras necesitan apoyo de todos nosotros para que ellas tengan también su ingreso, su manera de vivir también, si no los ayudamos, ¿qué van a hacer esas personas? Necesitan de nosotros» reclamó Mireya Rivera.

«Son cosas que venden que no se encuentran fácilmente en alguna otra tienda y necesitan ayuda económica ellos y apoyo de toda la gente, deben dejarlas vender sin molestarlas» aseveró Irma Flores.

Autoridades municipales, espectadores

El regidor titular de la comisión de Comercio, Mercados, Centrales de Abastos y Rastro, Francisco Javier González Villagómez, reconoció que el problema se generó por estas personas que las utilizan para vender productos que no son realizados por ellos.

Aclaró que el Ayuntamiento de Xalapa no se opone a que la gente trabaje, ni mucho menos que sea ofertando sus productos, sin embargo este no es el caso.

«Tenemos el conocimiento que vienen con un grupo de personas, es más hasta viven todos en la habitación de una sola casa y vienen por temporadas aquí, pero no son productos directamente de ellos» dijo.

Recalcó que de vender sus productos autóctonos y artesanales, el municipio les permitiría la venta y el espacio, pero ante el problema que descubrieron saben que este no es el caso, ya que los indígenas han sido explotados laboralmente ya que no cuentan con contratos ni mucho menos prestaciones.

Es por ello que los inspectores de comercio tienen la indicación de no permitirles la venta, en caso de que quieran vender sus artesanías tienen las puertas abiertas en el Ayuntamiento de Xalapa para apoyarlas en ese sentido.

«Desarrollo Económico tiene un proyecto sobre las cooperativas, consume lo nuestro, hay varias propuestas que se están llevando a cabo donde ellos pueden caber perfectamente porque es un producto que se vende, pero que sean ellos los que están haciendo esas artesanías».

Aclaró que hasta el momento no se cuenta con un censo que indique cuántas personas se encuentran trabajando en estas condiciones, debido a que arriban a la capital del estado por temporadas y de haber ocasiones donde no se ven, hay días en que llegan hasta 20 o 30 personas.

El tema no queda en las mujeres indígenas, pues como este, hay otros casos, hay niños, ancianos, personas con alguna discapacidad que son explotados diariamente  y sigue siendo un negocio redituable ya que al momento no se ha dado con ningún grupo o persona responsable por la explotación de estas personas que solo buscan una oportunidad de vivir.

La ciudadanía hace un exhorto a las autoridades a regular esto y no se caiga en casos de trata de personas, de igual forma las autoridades han exhortado a la población a denunciar cualquier acto de corrupción o delito para que este problema deje de persistir.