Veracruz. La escasa Inversión Extranjera. Una tarea que falta por hacer

agosto 17, 2020

La Inversión Extranjera Directa (IED) en Veracruz ha venido disminuyendo en los últimos años como resultado de la ausencia de una estrategia de atracción de inversiones y la falta de atractivos para su localización en territorio veracruzano. De 2010 a 2019 la IED se redujo en -9.7% al pasar de 1,231 millones de dólares (mdd) anuales a 1,112 mdd.

Esto coloca a Veracruz en el lugar 22º entre los estados de menor crecimiento. Aunque si se compara con el monto obtenido en 2013 la caída es mucho mayor, de -35%, lo que significa una pérdida de casi 600 mdd.

El monto de esta variable en 2019 ubica a Veracruz en el décimo lugar comparado con el resto de los estados. Sin embargo, al expresarla como porcentaje del Producto Interno Bruto Estatal (PIBE) resulta que es apenas un 2.2%, lo que ubica a Veracruz en el lugar 19º entre los estados de menores montos, muy lejos de economías más pequeñas como Zacatecas cuya IED equivale al 7.2% de su PIBE o Guanajuato con el 5.9% y Baja California Sur con 5.6%.

Adicionalmente se observa que la IED se concentra en unos cuantos sectores y en unas cuantas actividades con una muy pobre dinámica productiva y comercial, con perfil muy tradicional; con escasa capacidad para impulsar una mayor participación del Estado en la economía mundial a través de las exportaciones y con muy pocos efectos multiplicadores al interior del Estado.

Por sectores, se observa que el 86% del total de la IED se concentra en sólo 5 sectores: la Minería (Petróleo) con el 30.7% del total; la Industria manufacturera (petroquímicos) con 22.5%, los Servicios financieros con el 12.4%, el Comercio con 11.1 y Transportes, correo y almacenamientos con el 9.1%.

Por ramas de actividad el 43% del total se concentra en sólo tres de ellas: Producto químicos básicos con el 18.2%, Industria de las bebidas con 14% y Banca múltiple con 10.3%. En menores montos participan la energía eléctrica con el 5.1%, las telecomunicaciones inalámbricas con 4% y la extracción de petróleo y gas con 3.4%, las cuales, sumadas a las tres primeras propician una concentración del 55% en sólo seis ramas de actividad.

Hay que observar que sólo una parte de la IED reportada es en realidad Nueva inversión. En el caso de Veracruz, en 2019 sólo el 38% del total fueron nuevas inversiones, el resto son reinversión de utilidades (46%) y cuentas entre compañías.

Es sumamente necesario que se implemente una estrategia de atracción de IED en los sectores de gran capacidad para generar efectos multiplicadores en el resto de la economía del Estado a través de proveeduría y generación de empleo, y en sectores que tengan presencia en los mercados internacionales, con el fin de integrar a Veracruz a la órbita de la economía mundial como ya sucede en otros estados del país donde el crecimiento se ha acelerado considerablemente y ha propiciado mayor desarrollado y bienestar.