Violencia sexual, un nuevo elemento en la crisis del agua en la CDMX: UNAM

La crisis del agua ha expuesto a las mujeres a vivir violencia sexual por parte de operadores de pipas, reveló un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Al participar, el pasado 23 de octubre en el Parlamento Abierto del Congreso de la Ciudad de México, Jorge Alberto Arriaga el coordinador ejecutivo de la Red del Agua de la UNAM señaló que el 50 por ciento de las personas que recurren al servicio de pipas son mujeres, de ellas el cinco por cinto han sido extorsionadas sexualmente por los operarios.

El estudio universitario reveló un problema desconocido, la violencia sexual ante la escasez de agua en colonias de menos recursos de las alcaldías Iztapalapa y Xochimilco.

El académico explicó que la muestra fue de 600 mujeres, por lo que propuso que cuando las autoridades planteen nuevas “políticas públicas de acceso al agua” será indispensable que se hagan de manera transversal e interseccional, donde se consideren las variables de pobreza, género y también a las personas con discapacidad que no tienen acceso al agua.

Jorge Alberto Arriaga dijo la violencia sexual ejercida contra mujeres que solicitaron agua, es el peor acto de corrupción y se exacerba cuando la dotación de agua no es frecuente, y las mujeres tienen que esperar en la pipa, sin que nadie vigile al operador y si la mujer no tiene y necesita el agua la extorsión es el sexo.

Explicó que las personas de escasos recursos son las que sufren los mayores efectos de la falta de servicios, pues no todos reciben el servicio igual.

Se estima que el decil con menos ingresos por hogar – cuatro mil 700 pesos al mes– destina ocho por ciento al pago de líquido, agua embotellada y a pipas; mientras el decil más alto –con ingresos de más de 70 mil pesos al mes por familia– sólo gasta uno por ciento de su ingreso, no compran pipas.

La diputada Patricia Urriza Arellano de Movimiento Ciudadano consideró que el análisis del tema hídrico se debe abordar desde todas las ópticas y con la participación de todas las fuerzas políticas, la sociedad, personas activistas y emprendedoras, porque “es una problemática que nos está aquejando en este momento y lo seguirá haciendo en el futuro”.