Xalapa, la fea

agosto 24, 2020

Hace ya mucho tiempo que la Capital del Estado luce bastante fea, aquella mujer alcaldesa,  Elizabeth Morales muy a su gusto, inundó el centro de la ciudad con colorines y unos jardines horizontales, que en un principio no parecían del todo inmundos, sin embargo aquello fue una obra de relumbrón, ya que la pécora damisela, jamás pensó por ejemplo, en el daño que le hizo a la biblioteca Carlos Fuentes, con aquella humedad terrible, que inundó todos y cada uno de los libros que había en las salas del recinto aquel, solo a un cerebro diminuto, se le habría ocurrido tal crimen; del mercado Jauregui mejor ni hablar, la mujer lo desgració entre murales y jardines, a los que jamás les dieron mantenimiento. 

Luego fue Américo Zúñiga, quien en sus años de alcalde, remodeló el centro de la ciudad, modificó las calles, poniendo unas banquetas inmensas y creando unos cuellos de botella para el aforo vehicular, que han vuelto loco a más de uno; también bordeó las banquetas con unos mini postes de cemento, que cada dos por tres, algún trasnochado despistado, se pasa a traer con la defensa de su vehículo; pasear por el centro de la ciudad en zapatillas, es una pesadilla para cualquier mujer, las calles no son de adoquín, pero el concreto no está parejo y los tacones se hunden en la rugosidad de la calle y para acabarla de fregar, se le ocurrió poner unas bancas en mitad de la calle de Rafael Lucio, que ahora con la sana distancia resultan obsoletas, pero antes tampoco es que sirvieran gran cosa, solo para que la gente que por costumbre ya caminaba en mitad de la calle, continuara haciéndolo. 

El último año de la antigua normalidad de nuestras vidas, el alcalde Rodríguez remodeló la calle Revolución, para lo cual cerró todas las calles adyacentes, creando un desmán de dimensiones pavorosas, pero bueno entre las manifestaciones y el tráfico, tampoco es que los xalapeños nos sintiéramos amilanados, la realidad de nuestras vidas siempre ha sido esa, el tráfico desmesurado, la contaminación pavorosa, el ruido inmundo del reguetón y la chunchaca, promocionando las tiendas departamentales populares, que hay en el centro de la ciudad, ¡Nada queda de aquella Xalapa de mis años mozos!, hoy es una ciudad gris, siempre polvorienta y descuidada.

La antaño tan bella ciudad de las flores, se ha convertido en la ciudad de la maleza y los baches, gobiernos van y vienen, pero Xalapa se sigue deteriorando, escucho a los hoteleros que se quejan de que el Gobierno del Estado no hace promoción a la capital, pero yo me pregunto ¿Qué van a promocionar?, primero hay que darle una shaineada a fondo a la ciudad, crear productos turísticos y culturales vendibles y ya luego vemos como le hacemos, para que la gente venga. 

Cosas de la vida y menudencias

Con la pandemia, la economía en Veracruz por los suelos, las empresas subsisten de milagro, muchos han perdido su empleo y se han tenido que adaptar, muchos apuestan a algún emprendimiento emergente, pero veo que otros han apostado a crear sus partidos políticos, para obtener sus registros ante el Instituto Nacional Electoral y con ello las jugosas prerrogativas; como el caso del coatzacoalqueño Juan de Dios  Sánchez Abreu, aquel que apodaban el Jarrita de Kool Aid, quien anda como saeta consiguiendo sus firmas y armando sus asambleas, para registrar su partido, ya que hasta ahora la vendimia de comida que ha emprendido, no le ha dejado lo suficiente y el hombre pretende complementar su gasto, con unas buenas prerrogativas, ¡Inocente!, si con la reforma electoral, le habrán de tocar bilimbiques, mejor que siga vendiendo Chiles en Nogada a 160 pesos, que dicen le quedan muy buenos. 

El pasado sábado en lo que don Patochi con Lupe Osorno, chapeaban los parques y jardines de la capital del estado, el gobernador García Jiménez conectó por zoom con el colectivo Buzón Ciudadano para un análisis; el hombre habló, habló y habló sin tapujo, ni pena alguna, bastante fluido y seguro, peinado de copetito con su saquito sport y su camisita blanca; el puesto acabó por cambiarlo, cuentan que hasta las botas de ingeniero, aquellas que usaba en la facultad, le tiraron a la basura, ya solo falta que use bloqueador solar, porque se está manchando bastante de la cara y los radicales libres son malísimos, que alguien le compre un bloqueador o pantalla solar, mate. 

Con la llegada del escenario catastrófico, que vaticinó López Gatell de los 60 mil muertos por COVID en México, poco a poco las esperanzas de salir bien librados de la pandemia se acaban, ahora solo queda rezar, porque exista cordura en nosotros y nos cuidemos más, depende de nosotros y cada día la gente se relaja más. 

En fin que he vuelto mis hermosos, nos leemos mañana. 

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